Cristian “U” comienza a mostrar una hilacha con la que a algunos miembros de la casa comienzan a enredarse.
Las maquinaciones del participante son advertidas por las chicas cercanas a Urrizaga y el juego parece empezar a volverse en su contra.
En una conversación mantenida en el jardín, Cristian y Jésica cambiaron impresiones acerca del destino del premio que se llevará el ganador. Por su parte, Jésica plantaba su posición al respecto de la importancia de ayudar con dinero a Tamara, si es que la propia jujeña no salía victoriosa por sí misma.
El paseador de perros no esquivó el asunto, pero fue determinante al considerar que su sueño era tan importante como el de cualquier otro participante. Recordemos que Tamara ingresó a la casa de “Gran Hermano” en vistas de utilizar los 400.000 pesos para ayudar a su madre con la enfermedad que padece.
“Si a mí me echan de mi casa no tengo dónde ir a parar con 5 perros”, disparó el “hermanito”, mientras que Jésica le contestó: “Lo mío es peor porque yo tengo un hijo”. “Para mí son mis hijos: ¿Vos echarías a tu hijo a la calle?, retrucó Cristian, y la morocha lo paró en seco: “No compares a mi hijo con tus perros”.
Las maquinaciones del participante son advertidas por las chicas cercanas a Urrizaga y el juego parece empezar a volverse en su contra.
En una conversación mantenida en el jardín, Cristian y Jésica cambiaron impresiones acerca del destino del premio que se llevará el ganador. Por su parte, Jésica plantaba su posición al respecto de la importancia de ayudar con dinero a Tamara, si es que la propia jujeña no salía victoriosa por sí misma.
El paseador de perros no esquivó el asunto, pero fue determinante al considerar que su sueño era tan importante como el de cualquier otro participante. Recordemos que Tamara ingresó a la casa de “Gran Hermano” en vistas de utilizar los 400.000 pesos para ayudar a su madre con la enfermedad que padece.
“Si a mí me echan de mi casa no tengo dónde ir a parar con 5 perros”, disparó el “hermanito”, mientras que Jésica le contestó: “Lo mío es peor porque yo tengo un hijo”. “Para mí son mis hijos: ¿Vos echarías a tu hijo a la calle?, retrucó Cristian, y la morocha lo paró en seco: “No compares a mi hijo con tus perros”.