Siempre se dice que la Casa refleja la sociedad. Pero esta vez hasta la producción de “Gran hermano 2011″ está sorprendida por la reacción de los participantes que estuvieron “jugando” y “peleando” y produciendo graves daños en el espacio que se les brinda, con rotura de puertas, espejos, cerraduras, vestuario y otros elementos. Incluso llamó la atención ver a algunos encapuchados y ataduras de manos.
La decisión fue ponerle límites para frenar esta violencia. A partir de esta noche habrá un antes y un después en el reality.
“En la sociedad hay reglas para cumplir y en Gran Hermano también“, dijo Jorge Rial que agregó que “si alguien se quiere ir puede hacerlo, se abrirá un nuevo casting. No se permitirá un motín a bordo, esto pasó de un viaje de egresados. No les importa nada”.


“Están intentando convertir a “Gran hermano” en tierra de nadie, pero se permitirá, una agresión inusitada, cámaras rotas, micrófonos rotos”, comentó Rial con preocupación.
La voz de “Gran Hermano” les leyó un comunicado a los participantes explicando los destrozos producidos en los 22 días en que están en la Casa y les explicó que de ahora en más tendrán límites: “es por lo mencionado que la decisión de Gran Hermano es darles por perdido el último desafío semanal, por lo que recibirán la mitad de lo presupuestado para la semana y de ahora en más cualquier episodio individual o grupal terminará en expulsión inmediata de la Casa del o de los participantes involucrados”.
Martín Pepa se autoacusó por varios de los destrozos, pero las nuevas reglas serán para todos.
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